El recuerdo del Amor.
Todo nacemos sabiendo que somos dignos de ser amados y de que nos amen.
Nacemos confiados por el amor de una madre y envueltos en nuestra propia inocencia, pero con el tiempo esta certeza interna que resuena con tanta claridad en los inicios de la vida y que nos repite soy amado, merezco, soy digno de ser amado, se va opacando hasta quedar oscurecida por lo juicios, los falsos conceptos y la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza.
Un día al vernos, encontramos en nosotros la oscuridad de nuestros defectos e imperfecciones que lo único único que hacen es recalcar la falsa idea de que no somos dignos de ser amados. Sin embargo, eso que llamamos defectos, en realidad son las cicatrices de vida que hemos acumulado en el transcurso de la vida,memorias de dolor, memorias karmática, educación y sistemas de creencias entre otras..
El espejo cuando refleja nuestra imagen, nos dice que fuimos creados para ser absolutamente amados y dignos de ser amados toda la vida y por debajo de todo lo que pensamos y sentimos la inocencia se encuentra todavía intacta.
Equivocadamente, creemos que somos las experiencias que nos ocurren pero esas experiencias pueden destruir el amor, en un mundo frecuentemente hostil y brutal.
Mantener la inocencia parece algo imposible, sin embargo es esto lo puede conectar con el Espíritu.
En Espíritu somos amor puro, y el sentido del amor pide algo sin lo que no podemos vivir una
dimensión superior. ¿Qué pasaría si restauráramos esta parte perdida de nosotros mismos?
Lo que ocurriría es que la mente, el cuerpo y el espíritu se llegarían a unir y esta unión crea el amor que podemos darnos a nosotros mismo y a los demás.
Todos tenemos que descubrir por nosotros mismos que el amor es una fuerza tan real como la fuerza de la gravedad y que es nuestro estado natural.
La unión del Ser y del Espíritu no solo es posible sino inevitable.
El significado espiritual del amor se mide por lo que este es capaz de hacer.
El amor te sana, el amor te renueva, el amor te protege, el
amor te inspira con su poder, el amor nos acerca a Dios y con ello todo esto es posible.
Todas las experiencias de vida están creadas para que el alma crezca y ese es el propósito espiritual. Entre más se releva la verdad espiritual más se revive la promesa del alma y al encontrar el camino también encontramos nuestra propia historia de amor.
Hoy en día muchas personas que están en conflicto con dudas en cuanto a las relaciones, ¿He encontrado la pareja correcta?, ¿Estoy siendo honesto conmigo mismo? ... Sin darnos cuenta que el amor no se encuentra en el exterior de nosotros mismos y todas las personas con las que nos encontramos en este momento, son las persona correctas, ya que son las que nos hacen de espejo, el espejo de lo que hay dentro de nosotros, lo defectos que veo en el otro toca una debilidad que niego en mí mismo.
Nadie puede darme amor si yo no me doy.
Para encontrar el camino al amor no es necesario tener una pareja o estar enamorado de alguien. El camino al amor es un viaje interior y el ser amado está dentro de nosotros mismos, Para decirlo de manera sencilla todas las relaciones humanas son una relación de amor con nosotros mismos y por lo tanto con Dios y no podemos negar que el amor está en crisis ¿Acaso el amor no es lo suficientemente poderosos para salvarnos de nuestra naturaleza más oscura? ¿Qué ha sucedido que nos hemos alejado del amor?
Profundamente fuimos creados por el amor, esta visión espiritual de la naturaleza humana ha prevalecido contra todos los obstáculos.
En la india hace ya miles de años en las escrituras vedicas, (veda es una palabra en sanscrito que significa verdad o conocimiento) se enfatiza en que el ser humano es un espejo de Dios, y desde la visión vedica nuestro propia naturaleza es conciencia pura, creatividad pura, espíritu puro y nuestra elección es emanar amor y tener una visión completa del amor lo que significa estar dispuesto a pasar por un cambio total de percepción.
Cuando te percibes como espíritu no solo sientes amor, eres amor, en términos espirituales, ser amor es algo natural y nuestra separación del amor es lo que no es natural.
Los mandamientos de las escrituras de amar a Dios con todo tu corazón, toda tu alma y toda tu fuerza son múltiples, solo puedes invocar el Espíritu cuando es real para ti, en otras palabras tienes que ser tú.
Los vedas equipara Espíritu con el Ser, todos partimos del Ser superior para obtener nuestra identidad, nuestra vida, nuestra conciencia, nuestra voluntad, y nuestro amor. Lo importante es que el Ser es una experiencia real, el Ser es la fuente del amor y por lo tanto es más real que aquellas cosas que impiden el amor como son, la ira, el miedo, el egoísmo y la desconfianza...
Cuando interactúanos con otra persona somos libre de sentir cualquier cosa desde el odio más grande hasta el amor más profundo, ese el libre albedrío, pero a nivel del Ser superior siempre nos acercamos a otras persona en amor.
La persona que amamos refleja una parte del amor universal si aprendemos a mirar con suficiente profundidad podemos ver que la realidad es solo amor.
El mundo se dividió en realidad e ilusión, dos fuerzas y elementos transitorios, la realidad
se forma del espíritu por tanto el trabajo y la misión de toda persona consiste en romper el velo de la ilusión para llegar a descubrir el Espíritu de todo.
Una realidad donde el amor es algo deseado pero incierto, manchado por el miedo y la ira y que la fuerza contraria del odio lo sobrepasa, al final solo hay una realidad donde no existe nada y lo que prevalece es la curación más profunda de todo y esa curación es el amor.